Turística - Rutas

Ñuñoa es una comuna con alma de barrio y corazón verde. Sus plazas y parques son mucho más que lugares de paso: son espacios vivos donde la historia, la naturaleza y la comunidad se entrelazan. Aquí te contamos sobre algunos de los más emblemáticos para que los descubras (o redescubras) con nuevos ojos. ¡Ven a conocerlos!

Parque Juan XXIII: historia, cine y vida de barrio

Con casi 29 mil metros cuadrados de áreas verdes, el Parque Juan XXIII es uno de los pulmones urbanos más queridos por los vecinos de Ñuñoa. Ubicado en el sector oriente de la comuna, a los pies del antiguo Palacio Ossa —al que se le suele llamar su “patio trasero”—, este parque fue diseñado en los años 60 por el arquitecto, paisajista y cineasta Álvaro Covacevich, quien también lo inmortalizó en la escena final de su película Morir un poco (1966). Su longitud es de aproximadamente 750 metros y está dividido en tres tramos, separados naturalmente por las intersecciones de Dublé Almeyda, Alcalde Eduardo Castillo Velasco y Los Almendros. Cada uno de estos sectores tiene su propia identidad:
  • Primer tramo: desde Dublé Almeyda hasta Alcalde Castillo Velasco. Aquí sobresale un arco con parrones y un sendero de baldosas decoradas que invitan a detenerse y observar. Es un espacio con juegos, bicicleteros y mobiliario que lo hace cómodo y seguro para todas las edades.
  • Segundo tramo: desde Castillo Velasco hasta Los Almendros. Este sector es especialmente popular entre familias con niños pequeños, gracias a sus juegos en forma de animales, que se han transformado en íconos del parque y verdaderos puntos de encuentro barrial.
  • Tercer tramo: desde Los Almendros hasta Doctor Agustín Andrade. Con añosos árboles que brindan sombra, este sector es frecuentado por jóvenes, deportistas y asistentes a clases y espectáculos que se desarrollan en su anfiteatro.

Información útil

  • Dirección: Dublé Almeyda 4040, Ñuñoa
  • Superficie: 28.870 m²
  • Extensión: Aprox. 750 metros lineales
  • División: Tres tramos separados por intersección de calles
  • Accesibilidad: Acceso peatonal, mobiliario urbano, juegos infantiles y anfiteatro
  • Horarios de apertura:
    • Lunes a domingo: 8:00 a 19:00 hrs
    • En invierno (abril a agosto): 8:00 a 20:00 hrs
Más allá de su valor paisajístico, el Parque Juan XXIII es un lugar donde se respira vida de barrio: tardes de picnic, caminatas al atardecer y encuentros comunitarios hacen de este espacio un imprescindible para quien quiera conocer el Ñuñoa más cotidiano y auténtico.

Parque Ramón Cruz: memoria, vuelo y vida activa

En pleno corazón de Ñuñoa, junto a la emblemática Villa Frei, se encuentra uno de los espacios verdes más extensos y activos de la comuna: el Parque Ramón Cruz. Con 2,2 hectáreas de superficie, este parque es un oasis urbano rodeado por importantes vías como Avenida Irarrázaval, Dublé Almeyda y la calle Ramón Cruz Montt. Su entrada principal está en Irarrázaval 4633, pero también puede accederse fácilmente desde Juan Moya, lo que permite una circulación fluida y una conexión natural con distintos barrios. Este parque fue impulsado por el alcalde Jorge Monckeberg Barros en las décadas de 1960 y 1970, en terrenos que pertenecieron a Ramón Cruz Montt, alcalde de Ñuñoa entre 1924 y 1926. En el pasado, el lugar era conocido como la Chacra Valparaíso, y fue escenario de un hito histórico: el primer vuelo en avión en Santiago, realizado por el piloto César Copetta Brossio el 21 de agosto de 1910. Este acontecimiento —realizado para conmemorar el Centenario de Chile— es recordado con un monolito en el interior del parque.

 Información útil

  • Dirección principal: Avenida Irarrázaval 4633, Ñuñoa
  • Superficie: 2,2 hectáreas
  • Accesos: Irarrázaval (entrada principal), Juan Moya, Dublé Almeyda y Ramón Cruz Montt
  • Horarios de apertura: Abierto las 24 horas
  • Equipamiento:
    • Juegos infantiles
    • Multicanchas
    • Zonas de césped y descanso
    • Senderos peatonales y para bicicletas
    • Espacio para mascotas
    • Monolito histórico del primer vuelo en Santiago
Rodeado de árboles añosos y palmas chilenas, el Parque Ramón Cruz invita al descanso, al deporte y a la vida familiar. Cuenta con juegos infantiles, senderos para caminar o andar en bicicleta, amplias zonas de césped. 

Plaza Ñuñoa: corazón cultural, bohemio y gastronómico

La Plaza Ñuñoa no solo es el centro simbólico de la comuna: es un lugar donde late la vida urbana, cultural y comunitaria de Santiago. Emplazada en Avenida Irarrázaval, entre Manuel de Salas y Jorge Washington, esta tradicional plaza alberga el Edificio Consistorial, sede del gobierno local, y es punto de referencia tanto para los vecinos como para quienes visitan la comuna. Abierta las 24 horas del día, la plaza es un lugar de encuentro permanente. A lo largo del año se realizan múltiples eventos: conciertos, presentaciones artísticas y ferias que le dan vida a sus distintos sectores. Entre ellos destaca el Bazar Vintage, que cada fin de semana reúne a amantes de lo retro y lo local; además de ferias temáticas y de cooperativas que ofrecen productos sustentables, diseño independiente, artesanías y más. Bajo sus árboles centenarios y junto a su fuente de agua central, se encuentra el Café Literario Ñuñoa, un rincón cultural que fomenta la lectura y el encuentro vecinal.  El arte también tiene un lugar protagónico: gracias al proyecto “Esculturas en la Plaza”, se han instalado obras modernas en acero de artistas como Cristián Salineros, Cristóbal Guzmán, Luz Yankovic y Daniel Báez, en diálogo visual con los bustos de Bernardo O’Higgins y Arturo Prat. Pero esta plaza no solo respira cultura, también se saborea. Y si de disfrutar se trata, Plaza Ñuñoa colinda con un verdadero barrio gastronómico, donde conviven propuestas clásicas y contemporáneas. Aquí te dejamos algunos de los imperdibles:
  • Las Lanzas: tradición ñuñoína con platos chilenos y cerveza helada. Ideal para conversar largo.
  • El Dante: cocina chilena de autor en un ambiente más íntimo, perfecta para almuerzos tranquilos o cenas en pareja.
  • Boulevard Plaza Ñuñoa: un paseo gastronómico con una diversidad de sabores y estilos para todos los gustos. Algunos de sus locales destacados son: Kechua, Tapas y Birra, Sanbar, Favara, Rosita – Fukai, Open Box, Baires y Uncle Fletch
Además, a pasos de la plaza está el histórico Teatro de la Universidad Católica, donde se presentan montajes teatrales de gran nivel, y cuya cartelera es uno de los pilares de la escena cultural santiaguina. Todo esto hace de la Plaza Ñuñoa un lugar donde convergen la cultura, la bohemia, el buen comer y la vida de barrio.  Información útil
  • Ubicación: Avenida Irarrázaval, entre Manuel de Salas y Jorge Washington, Ñuñoa
  • Horario: Abierta 24 horas
  • Puntos de interés:
    • Edificio Consistorial
    • Café Literario Ñuñoa
    • Teatro UC
    • Ferias (Bazar Vintage, cooperativas, diseño local)

 Parque Santa Julia: deporte, descanso y naturaleza urbana

Con una superficie extensa y un diseño pensado para todas las edades, el Parque Santa Julia, ubicado en calle Juan Moya (Av. Irarrázaval 5015), es uno de los espacios verdes más importantes y visitados de Ñuñoa
  Este pulmón verde ofrece:
  • Zonas para todos: áreas de descanso bajo frondosos árboles para conversar o leer, espacios amplios para niños, mesas y bancas pensadas para familias, adultos mayores y jóvenes
  • Senderos de jogging y ciclovías: especialmente concurridos en tardes y fines de semana por quienes buscan entrenar al aire libre . Juegos infantiles renovados: con diseño moderno y seguro para los más pequeños.
  • Áreas de descanso nuevas: producto de una reciente remodelación que renovó caminos, zonas para sentarse y la infraestructura urbana.
 Información útil
  • Dirección: Av. Irarrázaval 5015 (ingreso por calle Juan Moya)
  • Tipo de parque: Urbano, recreativo y deportivo
  • Ideal para:
    • Correr y andar en bicicleta
    • Juegos infantiles seguros
    • Lectura y descanso bajo sombra
    • Caminatas familiares
El Parque Santa Julia forma parte de un conjunto de tres grandes pulmones de Ñuñoa, junto a Juan XXIII y Ramón Cruz, completando cerca de 10,2 hectáreas de áreas verdes comunales. Su enfoque es principalmente deportivo y recreativo: cuenta con circuitos para correr, iluminación mejorada y senderos pensados para bicicleta y trote.

Cada uno de estos espacios es una invitación a disfrutar la ciudad desde la tranquilidad, el movimiento o el encuentro. Ya sea bajo la sombra de un árbol, en una feria de emprendedores o recorriendo senderos en bicicleta, los parques y plazas de Ñuñoa están llenos de vida.

¿Quieres descubrir más? Revisa el mapa con todos los parques y plazas de la comuna y arma tu propia ruta verde por Ñuñoa.

Parques y plazas de Ñuñoa

Nuestra comuna cuenta con espacios que que narran nuestra historia y han sido reconocidos por su valor patrimonial y simbólico.

No hay territorio sin memoria. Y en Ñuñoa, los lugares hablan: de sueños deportivos, de tragedias que marcaron a una generación, de resistencias silenciosas y también de esperanzas que se renuevan. Desde un estadio que fue símbolo de modernidad y luego un centro de detención, hasta una casa de cultura construida sobre una antigua chacra minera, esta comuna resguarda parte fundamental de la historia de Chile.

Aquí te invitamos a recorrer los monumentos históricos de Ñuñoa, con los ojos abiertos y el corazón atento.

Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos

Inaugurado en 1938 como parte de un ambicioso plan estatal de reactivación económica, el Estadio Nacional fue una de las obras más importantes del siglo XX en Chile. Con una capacidad inicial para 41 mil personas, fue pensado por el arquitecto Karl Brunner como un centro deportivo y de esparcimiento para la capital, y diseñado por Ricardo Müller, Aníbal Fuentealba y Alberto Cormatches.

Su historia es también una crónica del país: aquí se jugó el primer partido profesional de Colo-Colo contra un club brasileño, se celebró el Mundial de 1962 y se realizó el Sudamericano de Campeones de 1948. Pero también, tras el golpe militar fue utilizado como un recintos de detención masiva, entre septiembre y noviembre de 1973.

Desde 2003, el recinto está declarado Monumento Histórico, reconociendo su doble dimensión: la deportiva y la de memoria. Hoy, el Estadio Nacional continúa siendo escenario de grandes eventos, conciertos y encuentros, y se proyecta como el principal complejo deportivo del país.

¿Cómo llegar?

El Estadio Nacional se ubica en Avenida Grecia 2001, en plena comuna de Ñuñoa.
Cuenta con acceso principal por Avenida Grecia, además de ingresos peatonales por Campo de Deportes y Avenida Pedro de Valdivia.
La estación de metro más cercana es Estadio Nacional (Línea 6), y también se puede llegar en bicicleta gracias a las ciclovías habilitadas en el sector.

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Palacio Ossa

Construido en 1860 por encargo del empresario minero Luis Gregorio Ossa, este palacio de estilo neoclásico e influencia victoriana fue una de las mansiones rurales más emblemáticas del Santiago del siglo XIX. Sus jardines ornamentados, esculturas traídas desde Europa y arquitectura imponente lo convierten en una joya patrimonial.

Rebautizado como “Santa Julia” por José Pedro Alessandri en honor a su esposa, el edificio fue donado a la Municipalidad de Ñuñoa en 1952. Desde 1953 funciona como Casa de la Cultura y Biblioteca Gabriela Mistral, y durante los años 60 fue dirigido por el muralista Gregorio de la Fuente, quien dejó su huella en baldosas y mosaicos únicos.

Fue declarado Monumento Histórico en 1973 por su mérito arquitectónico y por el valor del parque que lo rodea.

¿Cómo llegar?

El Palacio Ossa se encuentra en Avenida Irarrázaval 4055, Ñuñoa, en el corazón cívico de la comuna.
Puedes llegar fácilmente en transporte público bajando en la estación de Metro Plaza Egaña (Línea 3 o 4) y caminando unos 10 minutos hacia el poniente. También hay locomoción colectiva por Av. Irarrázaval, ciclovías cercanas y estacionamientos subterráneos en las inmediaciones de Plaza Ñuñoa.

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Sitio de Memoria José Domingo Cañas

En plena zona residencial, en José Domingo Cañas 1367, funcionó entre agosto y noviembre de 1974 uno de los centros de detención y tortura más brutales operados por la DINA. La casa, originalmente propiedad del sociólogo brasileño Teotonio Dos Santos, fue utilizada por la embajada de Panamá como refugio para perseguidos políticos tras el golpe de Estado de 1973, hasta que fue expropiada por los organismos represivos. Más de 250 personas pasaron por este sitio. Muchos de ellos están desaparecidos. Las torturas, interrogatorios y asesinatos cometidos allí fueron reconstruidos gracias a sobrevivientes y familiares. En 2001 la casa fue demolida por su propietario, en un intento de borrar toda huella. Sin embargo, la comunidad resistió y en 2002 fue declarado Monumento Histórico. Hoy se levanta en ese mismo lugar una Casa Memorial, inaugurada en 2010, dedicada a preservar el recuerdo y dignidad de las víctimas. ¿Cómo llegar?

El sitio se ubica en José Domingo Cañas 1367, Ñuñoa. Puedes llegar caminando desde la estación Metro Irarrázaval (Línea 3 o Línea 5) o tomar buses por Av. Grecia o Av. José Pedro Alessandri.

El sector es tranquilo y residencial, ideal para una visita reflexiva. Se recomienda revisar horarios de atención en el sitio web del espacio o redes sociales antes de asistir.

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 Archivo Colonia Dignidad 

Ubicado en Sargento Candelaria 1966, este archivo fue incautado por la Policía de Investigaciones desde Villa Baviera (ex Colonia Dignidad) en los años 2000 y 2005, en el marco de investigaciones judiciales por crímenes de lesa humanidad. El material reunido incluye más de 45 mil fichas con antecedentes sobre personas, instituciones, armamento, inteligencia y operaciones vinculadas a la represión estatal durante la dictadura cívico-militar. Se trata de uno de los primeros archivos represivos descubiertos en Chile, y fue declarado Monumento Histórico por su valor documental y de memoria. Desde 2017, gran parte del material fue trasladado al Archivo Nacional.  ¿Cómo llegar? El archivo se encuentra en Sargento Candelaria 1966, Ñuñoa, en las dependencias de la Jefatura de Inteligencia Policial (PDI). Puedes acceder caminando desde Metro Ñuble (Línea 6) o Metro Rodrigo de Araya (Línea 5), o utilizando transporte público por Av. Vicuña Mackenna. La visita a este lugar requiere coordinación previa y, por lo general, no está abierta a público general sin solicitud institucional.

Monumentos Históricos

Ñuñoa no solo se recorre: se lee en sus muros, se escucha en sus campanarios, se intuye en la nobleza de sus plazas y se revela en los detalles de sus calles más tradicionales. A lo largo del siglo XX —y también mucho antes— este territorio ha sido testigo de procesos clave en la historia urbana de Santiago: expansiones residenciales, migraciones, innovación educativa, fe y ciudadanía.

En esta guía, te invitamos a descubrir una Ñuñoa profunda, menos evidente pero deslumbrante. Desde la elegancia sevillana del Palacio García hasta la modernidad comunitaria de la Quinta Hamburgo; desde la espiritualidad de la Mezquita As-Salam y las iglesias ortodoxas hasta el simbolismo cívico del Edificio Consistorial. Cada edificio habla. Y cada parada en este recorrido es una invitación a mirar con nuevos ojos el patrimonio que habita entre nosotros. Ya sea caminando, pedaleando o simplemente contemplando desde la vereda, estos espacios te contarán historias de visión, esfuerzo y pertenencia. Porque en Ñuñoa, el pasado no es un recuerdo distante: es el cimiento de una comunidad que se construye todos los días.

Casona Torres: de mansión familiar a corazón del Liceo Experimental Manuel de Salas

En 1924, el prestigioso arquitecto Josué Smith Solar —autor del Club Hípico y del ex Hotel Carrera— levantó sobre la avenida Irarrázaval una residencia de aires Tudor que parecía sacada de un cuento inglés. El encargo vino de Pedro Torres Ibieta, influyente hombre de negocios porteño y gestor del histórico Teatro Central. Smith Solar concibió una obra de más de mil m² en hormigón armado: muros de albañilería a la vista y estuco, ventanas con panelería vidriada, techos a dos aguas con vigas a la vista, altas chimeneas y un torreón que domina el entorno. Alrededor, un parque con espejos de agua, parrones, piscina y dependencias de servicio completaba la escena de distinción.

Con el tiempo, los herederos de Torres enfrentaron dificultades financieras y comenzaron a lotear la propiedad (1947). Ese mismo año, el Liceo Experimental Manuel de Salas —buscando ampliar sus dependencias— adquirió un predio contiguo; al año siguiente, su directora Florencia Barrios Tirado logró comprar la casona y el parque completo.

La inauguración de las nuevas instalaciones (1948) reunió a altas autoridades: el presidente Gabriel González Videla y el rector de la Universidad de Chile, Juvenal Hernández.

Hoy, la Casona Torres sigue siendo parte vital del liceo: pasillos de madera crujiente, vitrales color ámbar y chimeneas centenarias conviven con la energía de cientos de estudiantes, recordándonos que la educación también se construye sobre cimientos patrimoniales.

 ¿Cómo llegar?

  • Dirección: Av. Irarrázaval 3780, esquina Brown Norte, Ñuñoa.

  • Metro cercano: Chile España (Línea 3); caminata de 8–10 minutos rumbo poniente por Irarrázaval.

  • Transporte público: Buses red que circulan por Av. Irarrázaval y Brown Norte.

  • En bicicleta: ciclovía de Irarrázaval con bicicleteros frente al liceo.

Visita exterior recomendada. El ingreso a la casona depende de actividades culturales o educativas programadas por el liceo.

Instituto chileno-británico: una joya arquitectónica de barrio y memoria urbana

En la esquina de Campos de Deportes con Dublé Almeyda, se alza desde 1933 una casa que conserva con elegancia el espíritu de una Ñuñoa en transformación. Fue diseñada por el arquitecto Leonello Bottacci, de origen italiano, quien se formó en Chile y trabajó junto al reconocido urbanista francés Émile Doyère en la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Esta vivienda, construida tras el loteo de los terrenos heredados del filántropo José Domingo Cañas, fue pensada como residencia familiar y es un fiel exponente del estilo Art Decó. Su fachada despliega molduras geométricas, relieves ornamentales y una cuidadosa composición de materiales: maderas nobles en pisos y zócalos, vitrales de colores en el primer piso, y un arco de acceso que recibe al visitante con la elegancia de otra época.

El diseño se inspira en la ciudad jardín, modelo urbano que dio origen al Barrio Suárez Mujica, caracterizado por casas aisladas, rodeadas de áreas verdes y habitadas en sus inicios por una clase media profesional en ascenso.

Hoy, esta residencia alberga al Instituto Chileno Británico de Cultura, conservando su valor arquitectónico y simbólico como parte de la historia urbana de Ñuñoa. Está protegida oficialmente como Inmueble de Conservación Histórica, gracias a la Modificación Nº18 del Plan Regulador Comunal.

¿Cómo llegar?

  • Dirección: Intersección de Campos de Deportes con Dublé Almeyda, Ñuñoa.

  • Metro cercano: Estadio Nacional (Línea 6), a solo 5 minutos caminando.

  • Acceso en bicicleta: ciclovía sobre Campos de Deportes.

  • Locomoción colectiva: buses que circulan por Av. Grecia, Pedro de Valdivia y Av. Irarrázaval.

Puedes admirar su arquitectura desde el exterior o consultar por actividades abiertas al público organizadas por el Instituto Chileno Británico.

Quinta Hamburgo: arquitectura comunitaria en el corazón de Ñuñoa

En una tranquila calle de Ñuñoa se encuentra la Quinta Hamburgo, un conjunto habitacional que refleja una manera distinta de pensar la ciudad y la vida en comunidad. Diseñada en 1979 por el destacado arquitecto Fernando Castillo Velasco, junto a Pedro Labbé y Francisco Lira, este proyecto es una de las expresiones más concretas de lo que su autor llamó arquitectura comunitaria.

Castillo Velasco —quien fue alcalde de La Reina y una figura clave en la historia urbana de Santiago— impulsó una nueva forma de hacer arquitectura: con y para las personas. La Quinta Hamburgo no fue solo un diseño; fue una visión. Un espacio donde el habitar colectivo se expresara en pasillos compartidos, patios interiores, jardines, pasarelas y zonas comunes pensadas para la convivencia, la ayuda mutua y el encuentro cotidiano.

Con un lenguaje arquitectónico moderno y austero, líneas ortogonales y materiales a la vista, el conjunto ofrece nueve tipos distintos de vivienda, integradas en armonía con senderos adoquinados, maicillo, jardineras y árboles. Cada rincón está pensado para convivir, no solo para residir.

La Quinta Hamburgo es parte fundamental del legado de Castillo Velasco, quien soñó con ciudades más humanas, más solidarias y más verdes. Hoy, este conjunto se alza como testimonio tangible de esa utopía urbana que, en Ñuñoa, se hizo realidad.

Palacio García: elegancia sevillana en el corazón de Ñuñoa

En la esquina de calle Ortúzar, entre jardines y detalles ornamentales, se alza una de las construcciones más imponentes y encantadoras de Ñuñoa: el Palacio García, una residencia de estilo sevillano que parece haber sido arrancada del sur de España y traída, piedra a piedra, al corazón de la comuna.

Su historia comienza entre 1925 y 1931, cuando Joaquín García Carro, destacado comerciante español y propietario, junto a su hermano Severino, de la reconocida tienda “Los Gobelinos”, encarga su construcción a los arquitectos Rigoberto Correa y Esteban Barbieri. Siguiendo los lineamientos del “estilo sevillano” —popularizado en la arquitectura española por Juan Talabera Heredia—, dan forma a una residencia de prestancia única, marcada por sus balcones con arcos, rejas ornamentadas, jardines interiores y detalles de inspiración mudéjar.

En 1966, don Joaquín García vendió la propiedad a la Municipalidad de Ñuñoa, y el entonces alcalde Jorge Monckeberg Barros la destinó a ceremonias oficiales y actos solemnes. Desde 1988, el palacio acoge a la Corporación Cultural de Ñuñoa, institución que se ha convertido en el epicentro de la vida artística y creativa de la comuna, albergando exposiciones, conciertos, talleres y encuentros ciudadanos.

Recorrer sus pasillos es adentrarse en casi un siglo de historia: desde el esplendor de una familia comerciante, hasta el presente vibrante de una comunidad que sigue haciendo de la cultura su patrimonio vivo.

¿Cómo llegar?

El Palacio García se encuentra en Ortúzar 1766, Ñuñoa.
Puedes llegar fácilmente en transporte público desde Metro Plaza Egaña (Línea 3 o 4) o desde Metro Villa Frei (Línea 3). También es accesible en bicicleta por ciclovías cercanas y cuenta con locomoción colectiva por Av. Irarrázaval. La entrada principal está en la esquina de Ortúzar con Av. Irarrázaval, a pasos de Plaza Ñuñoa.

Mezquita As-Salam: el primer templo musulmán de Chile, levantado en nombre de la paz

En la intersección de Campoamor con avenida Chile-España, se levanta una de las construcciones más singulares de Ñuñoa y, al mismo tiempo, una de las más significativas para la historia de la diversidad religiosa y cultural en Chile: la Mezquita As-Salam, cuyo nombre significa “La Paz”, uno de los 99 nombres de Alá mencionados en el Corán.

Este templo —el primero de la fe musulmana en Chile— comenzó a construirse en 1988 por iniciativa de Taufiq Rumie, inmigrante sirio que había sido parte de la Sociedad de Unión Musulmana en Santiago desde los años 30. La obra fue diseñada por el arquitecto William Tapia Chuaqui y financiada por la Liga Mundial Islámica y donaciones privadas. Fue inaugurada en 1995 con la presencia del Príncipe de Malasia.

A diferencia de la mayoría de las mezquitas, As-Salam tiene planta octogonal, inspirada en la mezquita de Qubbat al-Sakhrah en Jerusalén, lo que permite una orientación precisa hacia La Meca, dirección sagrada para los musulmanes. Esta forma arquitectónica, sumada a su cúpula de cobre, su alto minarete rematado por la luna islámica, y sus detalles interiores, la convierten en una joya religiosa y arquitectónica única en el país.

En su interior, destacan el ḥaram o salón principal de oración —alfombrado en verde y sin representaciones visuales, como lo indica la tradición islámica—, el mihrab, que indica la dirección de la oración, y el mimbar, desde donde el imán pronuncia sus sermones. Las inscripciones en árabe de versos del Corán decoran discretamente los muros blancos.

Más allá de su función como lugar de culto, la Mezquita As-Salam se ha transformado en un verdadero ícono de la pluralidad y la integración cultural de Ñuñoa, reflejando la convivencia armónica entre religiones, comunidades y orígenes diversos. Un espacio que invita al respeto, la curiosidad y el diálogo.

¿Cómo llegar?

La Mezquita As-Salam está ubicada en Campoamor 2971, esquina Chile-España, Ñuñoa.
Puedes llegar fácilmente caminando desde Metro Chile-España (Línea 3) o en bicicleta por la ciclovía de avenida Chile-España.
Diversas líneas de buses también conectan con el sector desde Av. Irarrázaval o Av. Grecia.

El templo está abierto a visitas guiadas con previa coordinación. Se recomienda asistir con vestimenta respetuosa y consultar horarios directamente con la comunidad islámica.

Palacio Ortúzar

En la esquina de Ortúzar con Avenida Irarrázaval se alza una imponente construcción de estilo Tudor, distinguida por sus arcos ojivales, torreones, escudos heráldicos y pilares robustos que evocan la arquitectura señorial del norte de Europa. Se trata del Palacio Ortúzar, una de las residencias más emblemáticas del Ñuñoa del siglo XX.

Su construcción comenzó en 1929, durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, por encargo de Eugenio Ortúzar Rojas, abogado y presidente del Consejo de Defensa del Estado de la época. Pensado como hogar para su familia, el proyecto fue confiado a los arquitectos Rigoberto Correa y Esteban Barbieri, y se extendió durante una década.

El resultado fue una residencia majestuosa, con una cuidada composición arquitectónica que combina elementos medievales y renacentistas: tejados inclinados, ventanales profundos, detalles en piedra y un entorno que da cuenta del esplendor residencial que alguna vez caracterizó a esta zona de Ñuñoa.

Hoy, el palacio alberga las oficinas de la Dirección de Historia, Doctrina y Educación de Carabineros de Chile, y aunque no está abierto al público, su estructura se puede admirar desde el exterior como testimonio de una época y de un estilo poco común en el paisaje urbano de Santiago.

 ¿Cómo llegar?

El Palacio Ortúzar se encuentra en Ortúzar 1401, Ñuñoa, a pasos de Av. Irarrázaval. Puedes llegar caminando desde las estaciones Metro Plaza Egaña o Villa Frei (Línea 3).  También hay acceso por ciclovías y transporte público que circula por Irarrázaval.

Aunque actualmente no se realizan visitas al interior del edificio, su arquitectura puede ser apreciada desde la vía pública.

Edificio Consistorial de Ñuñoa

Frente a la tradicional Plaza Ñuñoa, se levanta uno de los edificios más representativos de la comuna: el Edificio Consistorial, sede de la administración municipal y símbolo del desarrollo urbano de Ñuñoa desde mediados del siglo XX.

Aunque la Municipalidad de Ñuñoa fue creada en 1891 con la promulgación de la Ley de Comuna Autónoma, no fue hasta 1945 que se construyó su sede definitiva. Antes de eso, la alcaldía funcionó en distintos recintos, incluyendo una antigua escuela pública en el mismo barrio.

Fue el alcalde Juan Moya Morales quien, en 1942, adquirió un terreno clave frente a la plaza, propiedad de la familia Walker Larraín. Años más tarde, el también arquitecto y alcalde Eduardo Castillo Velasco encargó a los arquitectos Gabriel Ovalle y José Renard el diseño del nuevo edificio municipal. Su visión no solo contemplaba el inmueble, sino también una plaza frente a él, integrando armónicamente el conjunto urbano que hoy conocemos.

El resultado fue un edificio de cuatro pisos, sobrio y elegante, con una gran escala de acceso y dos columnas jónicas que enmarcan la entrada principal. En su amplio hall de ingreso destaca una escultura femenina de estilo romántico, que aporta un aire simbólico al espacio.

Hoy, el edificio alberga las principales oficinas municipales y es también punto de encuentro ciudadano. Junto con la plaza que lo rodea, forma parte del corazón cívico, cultural y patrimonial de Ñuñoa.

¿Cómo llegar?

El Edificio Consistorial se ubica en Avenida Irarrázaval 3550, Ñuñoa. Está justo frente a la Plaza Ñuñoa, entre las calles Jorge Washington y Manuel de Salas. Puedes llegar caminando desde las estaciones de Metro Chile España o Villa Frei (Línea 3), o utilizar locomoción colectiva por Avenida Irarrázaval. También cuenta con acceso cercano a ciclovías y zonas de estacionamiento en el entorno de la plaza.

Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad y Santísima Virgen de Kazán

Un rincón de espiritualidad y arquitectura eslava en Ñuñoa

Entre cúpulas bizantinas, cruces ortodoxas y oraciones en eslavónico, la Iglesia Ortodoxa Rusa de Ñuñoa se alza como un testimonio de fe, historia e integración cultural. Su arquitectura inconfundible, ubicada en la esquina de Av. Chile-España con Campoamor, transporta al visitante al corazón de la tradición espiritual rusa, en plena comuna de Ñuñoa.

El origen de esta comunidad religiosa en Chile se remonta a la diáspora rusa posterior a la Revolución de 1917. A lo largo del siglo XX, con el arribo de inmigrantes y el esfuerzo de sus feligreses, se consolidaron diversos espacios de culto que, finalmente, convergieron en esta iglesia, construida entre 1976 y 1980.

El diseño, a cargo del arquitecto Georgy Schroeter y el ingeniero Roman Epplé, se inspira en la arquitectura religiosa de la región rusa de Pskov (siglos XII al XVI), con sus cúpulas bulbosas, arcos de medio punto y un distintivo campanario con ocho campanas.

En su interior, el templo alberga un impresionante iconostasio —el muro de íconos que separa el altar del resto de la iglesia— decorado con imágenes sagradas como la Virgen de Vladimir y el Cristo Pantocrátor, pintadas por artistas como Sergio Baikalov y Vadim Feodorov, junto a íconos provenientes de las antiguas iglesias de Santiago. También destacan placas conmemorativas al Zar Nicolás II de Rusia y al Rey Alejandro I de Yugoslavia, así como una dedicada a los soldados del Ejército Blanco caídos en la guerra civil rusa.

Además de su valor arquitectónico y artístico, la iglesia se ha convertido en un símbolo de la diversidad religiosa y cultural de Ñuñoa, ofreciendo un espacio de espiritualidad y comunidad para ortodoxos rusos, chilenos conversos y visitantes curiosos por conocer otras tradiciones.

¿Cómo llegar?

La iglesia se encuentra en Av. Chile-España con Campoamor, Ñuñoa. Puedes llegar fácilmente caminando desde Metro Villa Frei (Línea 3) o utilizando buses por Av. Irarrázaval o Av. Grecia.

La zona cuenta con ciclovías y un ambiente residencial tranquilo, ideal para una visita cultural y espiritual.

La iglesia es parte de la Diócesis de Sudamérica de la Iglesia Rusa en el Extranjero (ROCOR), en comunión con el Patriarcado de Moscú. Se recomienda revisar horarios de liturgia o visitas antes de asistir.

Iglesia Ortodoxa Griega

Una joya bizantina frente al Estadio Nacional

Frente al Estadio Nacional, en plena Avenida Grecia, se levanta una iglesia que conecta Ñuñoa con las raíces espirituales del Mediterráneo oriental. Se trata de la Iglesia Ortodoxa Griega Santos Constantino y Elena, primer templo de esta confesión en Chile y punto de encuentro de la comunidad helénica en Santiago.

El impulso para su construcción nació en 1957, cuando la Comunidad Helénica de Santiago y de provincias adquirió el terreno con el objetivo de levantar un lugar de culto. La primera piedra fue colocada en 1966 por el entonces arzobispo Makarios III, presidente de la República de Chipre, en el marco de su visita oficial a Chile.

El diseño arquitectónico estuvo a cargo de Fernando Román Valenzuela, quien proyectó el templo siguiendo el modelo clásico de la cruz griega, con una cúpula central elevada sobre una pechina, fiel al estilo bizantino. Muros de hormigón, vitrales coloridos, mosaicos y una elegante mampostería griega dan vida a este singular templo que descansa sobre un podio, imponiéndose en el paisaje ñuñoíno.

En su interior, el iconostasis (retablo ortodoxo) alberga los íconos de Cristo Pantocrátor, Theotokos (la Virgen María) y los Santos Constantino y Elena, a quienes está dedicada la iglesia. El altar está orientado simbólicamente hacia Constantinopla (actual Estambul), antiguo centro del cristianismo ortodoxo.

Durante más de tres décadas, el Padre Jorge Luis Galindo fue el párroco de esta iglesia, impulsando la apertura de la comunidad a través de diversas iniciativas sociales, como la fundación de la Corporación San Nectario (1989), dedicada a la atención de niños y niñas con autismo y disfasia, reconocida como institución asociada al Arzobispado Griego de Sudamérica.

Más allá de su función religiosa, la iglesia se ha convertido en un símbolo de la diversidad cultural de Ñuñoa, preservando una fe milenaria y acercando la espiritualidad ortodoxa a toda la comunidad.

¿Cómo llegar?

La iglesia está ubicada en Avenida Grecia 3859, Ñuñoa, justo frente al Estadio Nacional. Puedes llegar caminando desde Metro Estadio Nacional (Línea 6) o tomando buses por Av. Grecia. La zona cuenta con ciclovías, espacios verdes y una rica oferta cultural que hace de esta visita una experiencia única.

Revisa sus horarios de liturgia y visitas en sus redes sociales o directamente en el lugar.

Instituto de Salud Pública: Ciencia, historia y salud en el corazón de Ñuñoa

En plena calle Marathon, Ñuñoa alberga uno de los hitos más importantes de la historia sanitaria del país: el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP). Con más de un siglo de trayectoria, este centro ha sido clave en la prevención de enfermedades, el desarrollo de vacunas y la modernización del sistema sanitario nacional.

Su origen se remonta al Instituto de Higiene, fundado en 1892, y luego al Instituto Bacteriológico de Chile, inaugurado en 1929. En sus primeros años, fue pionero en Latinoamérica en la producción de vacunas, sueros y medicamentos, siguiendo el ejemplo del Instituto Pasteur de París. Desde esta institución surgieron iniciativas como la vacunación obligatoria, la producción de penicilina nacional y la investigación del hantavirus, además de programas de control de calidad para productos farmacéuticos.

Entre sus curiosidades históricas, destacan:

  • La elaboración de aceite de hígado de pescado para combatir el raquitismo infantil.

  • Su flota pesquera propia, incluido el barco “Arauco”.

  • La fabricación de lentes ópticos para trabajadores del Seguro Obrero.

  • La producción de las primeras vacunas antirrábicas y antidiftéricas en Chile.

  • El desarrollo, en 1944, de una de las primeras plantas de penicilina del mundo.

Actualmente, el ISP es un referente internacional en salud pública y continúa operando en su histórico edificio de Marathon 1000, con modernos laboratorios certificados por la Organización Panamericana de la Salud.

 ¿Cómo llegar?

El Instituto se encuentra en Marathon 1000, Ñuñoa, a pasos de Avenida Grecia.
Accesible desde la estación Metro Estadio Nacional (Línea 6), cuenta con cercanía a ciclovías y paraderos de transporte público.
Una parada imperdible para quienes buscan conocer más sobre la ciencia, la salud y la historia de Chile.

Inmuebles de conservación histórica y de interés patrimonial

A lo largo del siglo XX, Ñuñoa fue pionera en la implementación de políticas habitacionales que buscaron dignificar la vida urbana. En este territorio, se levantaron modelos de ciudad jardín, bloques modernistas, villas integradas a parques y barrios donde florecieron nuevas formas de habitar. Estos conjuntos no solo respondieron a necesidades habitacionales, sino que propusieron una visión de ciudad: más humana, más verde y más equitativa.

Varios de estos conjuntos han sido reconocidos como Zonas Típicas por el Consejo de Monumentos Nacionales, distinción que resguarda su valor arquitectónico, histórico y social. Estas declaraciones buscan preservar la identidad de barrios emblemáticos y proteger la memoria urbana que se expresa en sus calles, plazas y viviendas. Hoy, estos barrios son testimonios vivos de distintas etapas del desarrollo urbano chileno, y recorrerlos es descubrir otra Ñuñoa

Villa Frei Ubicada en la intersección de Av. Irarrázaval con Ramón Cruz, esta emblemática villa fue inaugurada en 1968 e inspirada en el modelo de torres insertas en parques. Diseñada por los arquitectos Osvaldo y Jaime Larraín junto a Diego Balmaceda, es uno de los mejores ejemplos del urbanismo moderno en Chile.

Con más de 1900 viviendas y amplias áreas verdes, su diseño privilegia el desplazamiento peatonal, la integración barrial y el vínculo entre vivienda y naturaleza. Fue declarada Zona Típica en 2015.

Población de Empleados Públicos y Periodistas Chile-España Concebida en 1928 por el arquitecto Manuel Browne, esta población refleja el modelo de ciudad jardín con casas aisladas o pareadas rodeadas de vegetación. Sus detalles neoclásicos, arcos de medio punto y cubiertas de teja otorgan un carácter armónico y sereno al conjunto. Fue declarada Zona Típica en 2008 por su valor arquitectónico y social. Barrio Suárez Mujica Uno de los primeros loteos residenciales del sur de Ñuñoa, nacido a partir de antiguas chacras. Su trazado irregular, vegetación frondosa y diversidad de estilos arquitectónicos —incluyendo influencias del Bauhaus— dan vida a un barrio singular, habitado desde mediados del siglo XX por profesionales de clase media. Hoy es un referente de urbanismo a escala humana. Conjunto Empart Diseñado por Enrique Pérez Casteblanco y construido en 1945, este conjunto de bloques color ladrillo fue una apuesta moderna para los empleados particulares afiliados a la Caja EMPART. Ubicado en Av. Grecia con Salvador, destaca por su disposición octogonal, sus espacios comunitarios y su arquitectura sobria y funcional. Villa Olímpica Construida entre 1961 y 1967 para acompañar la Copa Mundial de Fútbol de 1962, es una expresión del modernismo arquitectónico aplicado a la vivienda social. Su diseño refleja una visión de país en transformación, con edificios bien distribuidos, áreas verdes y sentido comunitario. Un lugar donde confluyen deporte, arquitectura y memoria histórica. Población Suboficiales Obra del destacado arquitecto Luciano Kulczewski, esta población fue edificada entre 1926 y 1928 como parte de la Ley de Habitaciones para Obreros. Con un marcado estilo neocolonial y un diseño de fachada continua con ornamentos únicos en cada unidad, se convirtió en símbolo de vida de barrio. Sus calles rinden homenaje a los oficiales fallecidos en la Tragedia de Alpatacal. Barrio Elías de la Cruz Pequeño y encantador, este barrio construido en 1928 rompe con la cuadrícula tradicional. Su trazado diagonal, pasajes internos, plaza central y arquitectura armónica lo convierten en un verdadero oasis en medio de la ciudad. Fue declarado Zona de Conservación Histórica en 1989, una distinción que protege su carácter único.

Muchos de estos barrios pueden recorrerse a pie o en bicicleta, y algunos cuentan con señalética patrimonial que ayuda a contextualizar su valor. ¿Sabías que en Ñuñoa existen más de cinco Zonas Típicas reconocidas por el Consejo de Monumentos Nacionales? Son espacios que protegen la historia viva de la comuna y resguardan modos de habitar profundamente arraigados.

Te invitamos a redescubrir Ñuñoa desde sus barrios. Porque el patrimonio no solo está en los edificios imponentes: también se vive en las calles donde transcurre la vida cotidiana.

Zonas típicas