Ñuñoa sigue creciendo con planificación, compromiso y resultados. La Municipalidad impulsa dos importantes proyectos urbanos que están cambiando el rostro de la comuna: la remodelación de Plaza Egaña y el mejoramiento del Anfiteatro del Parque Juan XXIII, obras que buscan recuperar espacios emblemáticos, hacerlos más seguros y mejorar la calidad de vida de quienes los disfrutan día a día.

Plaza Egaña: más verde, accesible y sustentable

En la esquina de Irarrázaval con Vespucio, puerta de entrada a Ñuñoa, se está ejecutando una intervención que transformará más de 600 m² de superficie. El proyecto contempla la eliminación de jardineras y baldosas para dar paso a un gran jardín urbano de bajo consumo hídrico, con nuevos árboles que entregarán sombra y frescura al entorno.

Además, se demolió la antigua pileta, que llevaba años sin funcionar, liberando espacio para generar un área más limpia, accesible y segura para peatones y visitantes.

Esta renovación forma parte del plan de recuperación de espacios públicos, con el propósito de devolver a la comunidad lugares más verdes, modernos y sostenibles, reafirmando el compromiso municipal con una gestión urbana planificada y sustentable.

Parque Juan XXIII: un anfiteatro que vuelve a brillar

El Anfiteatro del Parque Juan XXIII, ícono del encuentro cultural en Ñuñoa, está siendo restaurado para recuperar su funcionalidad, reforzar la seguridad y mejorar su estética, respetando su valor patrimonial y su historia como punto de reunión vecinal.

A la fecha, el proyecto presenta varios trabajos ya ejecutados que marcan una transformación visible del espacio.

Principales mejoras:

  • Reparación de pavimentos en el perímetro y escenario (70 m²), eliminando grietas y desniveles.

  • Reposición de escaños por modelos más cómodos y resistentes, en sintonía con el entorno natural.

  • Reparación de graderías y escaleras (240 m²), con nuevos peldaños, superficies antideslizantes y accesos más seguros.

  • Impermeabilización de la cubierta de camarines, utilizando sistemas de alta resistencia que previenen filtraciones y humedad.

  • Pintura general de muros y camarines (300 m²), con pintura acrílica resistente a rayos UV y humedad, asegurando durabilidad y bajo mantenimiento.

En esta etapa se están utilizando materiales de alta calidad, pensados para asegurar la longevidad y bajo mantenimiento de las obras. Los pavimentos con revestimiento tipo Fulget aportan una superficie lisa y uniforme, ideal para exteriores; los escaños inclusivos garantizan confort y accesibilidad; y las rejillas metálicas tipo Metro refuerzan la seguridad en zonas de cierre.

Las próximas etapas contemplan la impermeabilización final de techumbres, la habilitación de lavamanos y los trabajos de cierre y limpieza general, para entregar un anfiteatro completamente renovado y listo para recibir nuevamente a la comunidad y sus actividades culturales.

Estas obras son parte del trabajo sostenido que Ñuñoa desarrolla para recuperar, modernizar y hacer más habitables sus espacios públicos, fortaleciendo la vida de barrio, la cultura y la sustentabilidad.

Con planificación, gestión y participación, Ñuñoa avanza hacia una comuna más verde, moderna y humana, donde cada mejora se traduce en más bienestar para sus vecinas y vecinos.